Se que ayer casi no pude verte, y que ni siquiera el contrariado día me permitió poder felicitarte como mi corazón hubiera deseado.
Anoche pasé bastante rato pensando con qué poder sorprenderte, y nada me parecía suficiente para mostrar y agradecer la gran amistad que se que me confías. Así que he decidido obsequiarte con algo que se que a tí, mi amiga querida, tanto te gusta. He aquí mi regalo. Mis humildes palabras dedicadas a tí; inmensa, capaz, única.
Porque cada día me siguen sorprendiendo tus infinitas capacidades y tu eterna ilusión por vivir!
Ojalá el tiempo me permita, hoy y siempre, seguir aprendiendo e impregnándome de esa contagiosa pasión que te desborda y que nos inunda a todos con tu ser.
A tí, mi gran amiga..
Sabes que te quiero.
aaaaayyyyyyy maaaaaaadreeeeeeee!!!! .... cariño mio de mi alma y de mi corazón....si es que no se ni que responderte!...que regalo tan precioso! muchisimas gracias, corazón!
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