Hace unos días tuve la fortuna de
compartir entre amigos y buenas conversaciones un espléndido y calurosísimo
sábado. Y es curioso, pero cuando ya empezaba a echar de menos encontrar un
tema sobre el que poder hablar de amor, a alguien
se le ocurrió casi entre bromas, lanzar un objetivo para este año: “…enamorarse!”.
Creo que aún me estoy riendo.
Bueno, admito que todos nos reímos en un primer momento bastante, quizás entre una
mezcla de asombro y desconcierto sin saber casi qué decir; si responder con un
esperanzador “sí”, o directamente con
un rotundo “jamás”. Sólo el hecho de replantearnos e
imaginar cercano ese objetivo, hizo que fugazmente se tambalearan las parcelas
que conforman nuestra controlada y casi resuelta existencia. Es como si enamorarnos implicara
la debilidad de permitir acceder a alguien desconocido a nuestra fortificada vida,
alguien que llega para robarnos parte de nosotros, indudablemente de nuestro
apreciado tiempo, y con toda seguridad de nuestro amado corazón.
Y aunque es cierto que pocas
cosas reconfortan y abrigan más nuestra existencia que un amor correspondido,
que la sensación de amar y sentirse amado; lamentablemente pocas cosas son a su
vez tan difíciles de conseguir, sobre todo cuándo nuestro corazón es capaz de
mirar con la destreza y habilidad que te confiere el tiempo vivido y la madurez
emocional. No imagino a nadie que no desee sentirse
enamorado, que no anhele la sonrisa del amor, que no busque el calor de una
mirada, de un abrazo, de un dulce beso.
Quizás el verdadero amor sea solo
un sueño, quizás la realidad no nos permita encontrar aquello que
apasionadamente deseamos. Quizás ni siguiera exista…
O quizás nada de esto tenga
sentido ya, quizás ya me defina enamorada..
“Dulce introducción al caos” (Extremoduro)
ResponderEliminar[…]Se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas,
se paró el aguacero ahora somos flotando dos gotas,
agarrado un momento a la cola del viento me siento mejor,
me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor.
Volar...volar
Una racha de viento nos visitó,
y a nosotros ni el pelo se nos movió.
La canción de aquel viento se parará,
donde nunca pasa nada. […]
“Mi Marciana” (Alejandro Sanz)
ResponderEliminar[...]Y creo que tú confesión,
te la quito en un baile.
En eso consiste la libertad
en no renunciar a entregarte más.
Tú a mí me gustas tal como eres
si a ti te pasa lo mismo y quieres
nos vamos pa'lante y llegamos hasta el final.[...]
“Enamorarse” (Ana Reverte)
ResponderEliminarEnamorarse,
es compartir un corazón que va a estallarme...
Enamorarse,
es rozar la mirada y sentir que despierta un gigante...
Enamorarse,
es tener la ilusión cada día de conquistarte
Enamorarse,
es jugar con tu cuerpo desnudo amarrado a mi vera...
Es hacer el amor
cada noche sin poner fronteras...
Enamorarse,
es el miedo, los celos, el llanto, y a veces odiarte...
Enamorarse
practicar lo prohibido contigo es una quimera
el delirio
que más que un delirio es el fuego que quema...
…no hay amor como este mío
ResponderEliminartus acciones te definen
el destino es quién camine
no hay temblor que me delate
no hay distancia que esté lejos.
Desde lejos nos tenemos en el fuego
desde lejos nos tenemos en los mares
desde lejos yo te siento amor
desde lejos nos tenemos en los huesos
desde lejos nuestros cuerpos se hacen aire
desde lejos yo te puedo amar
desde lejos nuestro amor será leyenda
desde lejos hablarán
de este amor que es de leyenda
van a hablar..
“No hay amor como este mío” (Alejandro Sanz)