Compartir y vivir. Así decidí titular, hace ya algún tiempo, una de las entradas a este blog que acabé dedicando a ti, mi gran amiga.
Cómo ha pasado el tiempo, y cómo
afortunadamente me reconforta pensar que estamos a punto de realizar uno de
esos sueños que tantas veces ha mantenido unidas nuestras sonrisas y alimentado
nuestras largas tardes de conversación.
Aún sigue pareciéndome un sueño.
Creo que hasta que el aroma de sus
árboles y el frescor de sus
amaneceres no nos acaricien los ojos del corazón, no despertaremos de este
sueño para pasar a vivir con intensidad esta mágica aventura.
Solo deseo que a nuestro regreso,
algo de nosotras permanezca allí para siempre. Que nuestras ganas de volver y
soñar sigan alimentando, como hasta ahora, nuestras ganas de vivir.
Bon voyage!!!