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miércoles, 2 de octubre de 2013

Mujer del Renacimiento..

Curiosamente hace unos días, alguien muy especial para mí me comentó…”..vaya, te estás convirtiendo en una Mujer del Renacimiento…”. Y aunque a priori estas palabras tal vez no parezcan el mejor “regalo” que se podría hacer a los oídos de cualquier mujer, se convirtieron en unas de las más hermosas que me han dicho jamás…
 
No puedo negar que en el momento de necesidad creativa y crecimiento personal en el que afortunadamente me encuentro, poder oír esto, poder mostrarme y que me vean de esa manera, es una gran satisfacción para mí.

Siempre nos dicen, no decimos, que nuestro comportamiento debe de ser coherente con lo que somos, con lo que pensamos, con lo que sentimos…nuestra vida ha de ir en todo momento hacia el camino personal que cada uno voluntariamente decide recorrer… Nuestra actitud, nuestras palabras, nuestras miradas.. deberían ser fácilmente identificables por la gente que nos rodea, por los que nos conocen y por los que, sobre todo, más nos quieren…Pero esto no resulta a veces fácil y en demasiadas ocasiones nos dejamos llevar por circunstancias, por intereses que llegan a confundirnos el camino…

Tal vez por ello me esfuerzo en valorar con admiración a aquellas personas que son reconocibles siempre, ante cualquier realidad, en cualquier escenario de sus vidas, incluso con independencia del nivel de relación que se tenga con ellas. Esas que no te hacen sentir nunca una sorprendente decepción por una respuesta no esperada o un comportamiento inconsecuente..

Me alegra seguir siendo capaz de mostrarme a los demás tal como soy, y sobre todo, que hayan podido reconocer, a través de mis nuevas inquietudes, a mi verdadero yo…

(Cristina, bss!)


Si una mujer tiene la capacidad de leer y escribir bien, automáticamente adquiere un status único por su condición, no importa si se trata de una dama o de una cortesana (cfr. Servadio, 2007: 30)