Quizás ahora más que nunca, recuerdo esas mañanas
de domingo en casa sentados junto a una mesa plagada de periódicos y
semanales…Recuerdo cómo me preguntaba si realmente mi padre sería capaz de
leerlos todos, o si quizás tenía una extraña y desconocida capacidad de
ojearlos y quedarse con aquello verdaderamente interesante por muy minúsculas
que fueran sus palabras… Cómo imaginar entonces la profunda influencia que esas
escenas cotidianas acabarían dejando en mí…ahora más que nunca lo sé..
No puedo negar que cada día distingo mejor el
reflejo de mi padre, de sus momentos, de sus
costumbres… Para mí también se ha convertido en una auténtica pasión (y no soy
una persona destacadamente pasional), leer cada domingo varios semanarios,
recrearme en sus maravillosos artículos de opinión y esperar a que generen en
mi la buscada reflexión que me alienta a desear convertirlos en lecciones de
todo…Gracias, gracias desde el corazón a quienes, desde el talento y la
constancia, llevan despertando las ganas por escribir a tantos lectores
anónimos, por transmitirnos las ganas por no dejar nunca de leer
apasionadamente los maravillosos artículos que nos regalan cada fin de semana…
Es en este camino de aprendizaje que decidí
recorrer hace ya algún tiempo, donde me gusta detener de vez en cuando mis
pensamientos y, desde el recuerdo, mirar el pasado.. Me encanta buscar entre la
variedad de imágenes que me vienen…Volver a imaginar esas escenas en las que ya
mostraba mi pasión, más que por escribir historias, por la expresión escrita
y la transcripción de los pensamientos; y sobre todo, por la recreación de los
sentimientos como parte fundamental del conocimiento y por tanto, pieza
fundamental de todo crecimiento interior…
Tal vez sea esto lo que realmente me apasiona de
la escritura, me encanta ponerme delante de un papel y llenarlo de mis
pensamientos, de mis reflexiones…me encanta vestir de palabras lo que pienso,
lo que siento… llegar a enriquecer mis inquietudes a través de la transcripción
de las mismas… Quizás porque imagino que en algún momento puedan ser
compartidas, o quizás, simplemente porque con ello consigo ahondar aún más en
el enigmático mundo interior…
Y como siempre prefiero cada vez que escribo,
sigo sintiendo predilección por reservar y dedicar el lugar privilegiado de las
últimas palabras a aquello que considero que más lo merece, a lo más especial
para mí y que verdaderamente motiva todas y cada una de mis palabras… Desde la
admiración más absoluta quiero recordar a quien me ha hecho “ver” que la vida
es como una escalera… Una escalera que a veces recorres con asombrosa facilidad
y otras veces parece estar formada por imposibles peldaños… De ambas maneras,
en definitiva, una escalera por la que poder llegar siempre a esos lugares
donde desear estar, donde poder conocer y reconocer la vida, tu vida….Una
escalera siempre Azul para
mi…
Enhorabuena!
ResponderEliminarSalomé
Adelante...siempre adelante!!!
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