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lunes, 2 de septiembre de 2013

La rehabilitación de "edificios"..

Hace algunos años, casi por azar, tuve la oportunidad de colaborar en la rehabilitación de un singular edificio del casco histórico de una bellísima ciudad…

Aquella vez al igual que ahora, tuve la sensación de que, únicamente a través de nuestra intervención, ese edificio volvería a renacer, volvería a estar dotado no solo de aquello imprescindible para albergar una función, sino que incluso con su rehabilitación, podríamos darle cualidades que de otra forma nunca hubiera tenido y, sin las cuales, nunca hubiera llegado a ser el fantástico edificio que es en la actualidad.

Supongo que cuento todo esto porque, sí, lo admito, siempre es recurrente para mí imaginar en este “mi mundo material” la explicación de todo aquello que siento…

Quizás porque yo misma me identifico con uno uno de esos edificios. Casi por azar, o realmente sin importar demasiado el motivo, (alguien me dijo una vez que eso es siempre lo de menos…), acabamos dentro de un proceso de rehabilitación total, como la única forma de conseguir volver a renacer, de conseguir llenarnos de todo aquello que necesitábamos, de todo aquello imprescindible para ser unas personas completas y vivir una vida plena…!

Qué ocurre cuando, (es cierto), realmente conseguimos renacer de esta forma plena, cuando salimos de ese proceso lleno de virtudes, “psicológicamente” completos? Qué ocurre cuando volvemos de una “forma diferente” al mismo entorno incompleto del que salimos? Cómo encajar?

Seguramente todos  hemos visto muchas veces alguno de esos edificios recién rehabilitados. A primera vista es como si  distorsionaran la visión del lugar donde se encuentran. Parecen tan “nuevos”, tan “diferentes”, en un entorno tan “antiguo”, que hacen que los edificios de su alrededor parezcan aún peores, más viejos, más deteriorados…

Pero, la realidad es que resulta imposible rehabilitar TODOS los edificios de las ciudades!!!

Qué hacemos…?


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